Curva en el Parque Arqueológico de la Campa

  Donde dije Digo, digo Diego... al poco de afirmar que no podía contestar, cambié otra vez de navegador a Chrome, que no me apasiona precisamente. Pero funcionó. Así que supongo que seguiré desde ahí. No deja de ser raro, porque sólo lo uso para el blog (para el resto, Firefox; creo que no me funcionaba por alguna restricción en la configuración, que Google no acepta). 

Sobre el otro blog, ahora que sé que Miarroba los mantiene, no sé qué hacer, pero algo inventaré. Quizá dibujos más sencillos, o probar algún estilo, aún no sé. Avisaré cuando pase.

Y ya, sobre el dibujo:

La Campa Torres está encima del Cabo Torres, al Oeste de Gijón, y tiene un Parque Arqueológico-Natural: éste alberga el Faro del Cabo Torres, un museo (que aún no he visto porque siempre llego tarde) y los restos del Oppidum Noega, un asentamiento que fue originalmente de los cilúrnigos, y fue adoptado posteriormente por los romanos, antes de asentarse éstos definitivamente en Gijón (en la zona del ahora barrio de Cimadevilla). Actualmente se hacen excavaciones.

Hará dos semanas fuí hasta allí a pie: es una buena caminata, pero el tiempo acompañaba. Para cuando llegué, atardecía, y la zona al Oeste de la Campa (que no se ve desde Cimavilla) estaba nublada, pero el sol lanzaba sus últimos rayos y lo bañaba todo de una luz preciosa: desde allí se puede ver las localidades de Xivares, Perlora, Candás y Luancol, y todo el litoral hasta el extremo del Cabo Peñas. Acostumbrado como estoy a ver el lado Este de la Campa desde casa, ver el otro fue una sorpresa para mi (es una zona que visito muy poco). Hice un par de fotos, aún sabiendo que los dibujos que hiciese de ellos no les harían justicia.

El dibujo es una acuarela a tamaño a6, lo hice en la pequeña libreta de papel coreano. Puede que sea un tema demasiado sencillo en cuanto a dibujo, pero lo que intentaba mostrar era que el sol brillaba detrás del recodo de esa curva. Algo de eso quedó, aunque no del todo como quería.

El montículo de la izquierda es la zona en que están las murallas y el foso del asentamiento. El camino comunica la entrada del parque con el museo, que estaría a mi espalda. Y esos montones parecidos a cajas son bloques de hormigón colocados a un lado del camino para no caer por el acantilado al Parque de Carbones de la Central Térmica de Aboño. Detrás de todo se ven las nubes y la linea del horizonte, que es la zona al Oeste del Cabo Torres.

Me revientan esas nubes, no consigo nunca que me queden como quiero. Pero me gusta que el camino quedase rugoso, imitando el asfalto, gracias a la textura del papel hanji.