Lechuza de arcilla

  A ver... hemos pasado la Navidad, cruzado el año Nuevo y sobrevivido a Reyes. Otra vez. A pesar de los buenos deseos, llego estos últimos años al día de Reyes con la idea de que pase lo más pronta y pacíficamente posible. Pero aquí estamos, que es lo que cuenta.

En la idea de rellenar la libreta de cuero con dibujos de objetos pequeños, me fuí al trastero y me puse a mirar lo que tenía por ahí guardado. Debo de tener unas cuatro o cinco cajas con chorraditas pequeñas: figuritas, algún modelo de coche ó avión, y otras historias. Soy un sentimental de los objetos parcialmente inútiles: siempre pienso que los puedo recuperar. Lo consigo pocas veces, la verdad. 

Lo que nos lleva a esta pequeña lechuza, como de unos 3 ó 4 centímetros de altura, hecha de arcilla. No tengo ni idea de cómo la conseguí. Una posibilidad es que me la hubiese regalado mi madrina, pero no soy capaz de acordarme cuándo. Los círculos estan marcados con algún tipo de tubo, y algunos tienen color. Está apoyado en el tapón del tarro de mayonesa donde lo guardé.

  El dibujo está hecho con tinta color sepia de Pelikan, con un pincel de acuarela redondo del 2. El papel, como ya dije otras veces, es blando y fibroso, y puede que haya sido hecho de modo artesanal. Lo interesante de este papel es que, como no puedo borrar ni corregir, tiene un acabado imprevisible. Aquí me gusta.