En fin, aquí estamos de nuevo. Un poco antes de la Nochebuena, y con un motivo nada navideño. Pero... todos los objetos tienen su historia, grande o pequeña. Al mover las cosas del armario de la sala, aparecieron varias carpetas y cajones con objetos pertenecientes a mi padre. Guardamos algunas cosas, tiramos (con cierta pena) otras... Ésta estuvo a punto de caer en la criba, pero la guardé como pisapapeles para una pequeña pila de libros en mi estantería.
El objeto en concreto es un perforador de un sólo agujero (ya mostré en otra ocasión un perforador de dos agujeros), uno del modelo Perforette. Que no creo que exista hoy día, por cierto. Ya tiene sus años. Es amarillo con el botón del troquel en naranja, y pequeño, cabe en una mano.






