Veo a diario pasar barcos delante de mi ventana: entrando y saliendo del puerto del Musel, o del puerto deportivo. O haciendo regatas de vela y paseos turísticos. A menudo quiero sacar fotos del tema, pero siempre me salen los barcos pequeños como pulgas. Y cuando uso el zoom (que, por supuesto, es digital), salen píxels como fabes de granja. Lo que no deja mucho detalle para el dibujo.
Pero mira por dónde, para dibujos pequeños no está mal. Así que a la saca; en este caso, la libretilla de cuero. Ya me queda como una cuarta parte de las páginas para acabarla; la empecé a usar hace dos años, así que voy a buen ritmo. Parece que voy a tardar menos de un lustro en llenarla. Quién dijo prisa.






