En el momento de su mayor popularidad no se hablaba de la piratería, aunque imagino que a las discográficas maldita la gracia que les haría. Pero era un medio de compartir canciones: tenias una cassette de doble pletina o ponías el tocadiscos al lado de un cassette (entre otras posibilidades) y podías grabar como quisieras una selección de canciones, que podías compartir con los amigos. También era un modo barato para hacer maquetas, si querías entrar en el mundo de la música.
Éste cassette en concreto lo grabé de un préstamo de la biblioteca. Es la banda sonora de una película, El invierno en Lisboa, que adaptaba una novela de Antonio Muñoz Molina. Nunca pude ver la película, aunque las reseñas que he podido ver no son positivas. Sí recuerdo leer la novela: no me pareció mala, pero reconozco que no me entusiasmó.
Así que.. ¿por qué la banda sonora? Porque la música es de Dizzy Gillespie, que también aparece en la película. Es un jazz lento y tranquilo, de los de tomar un par de copas en un bar tranquilo a altas horas de la noche. O una tila, qué mas da. Te deja igual de pacífico.
Debí de grabarlo en algún momento de los años 90, así a ojo. Y se me ocurrió ilustrar el cassette adaptando la ilustración de la carátula del cd. Usé un rotulador calibrado de punta fina, un 0.2 o un 0.4. Yo diría que un 0.2. El tamaño no da para muchos detalles, pero todavía tuve espacio para hacer un sombreado a rayas.
Ahora tengo que ver si puedo pillar un reproductor de cassettes para probar si siguen funcionando. Cuando el apagón me pareció ver uno en una tienda. Ya estoy tardando...
Yo, para ser feliz, quiero... una furgoneta:
https://fotolog.miarroba.com/gkane/furgoneta-volkswagen-al-lado-confiteria-brisamar-325/
Y ya. Nos vemos en breve, hasta la próxima. Cuidáos, un saludo.
Yo si mal no recuerdo tengo un cajón del comodín lleno de casettes de música
ResponderEliminarMuy currado el dibujo
Saludos